Las deudas causan estrés, preocupación e incluso depresión, muchas personas llegan a pensar incluso en dejar de vivir. Si has estado en una situación así, sabes que realmente puede convertirse en un gran problema; sin embargo, no es el plan de Dios que vivamos de esta manera, esa es la primera verdad que debemos tener presente.
Profundicemos en la verdad de Dios acerca de las deudas, así podremos tener luz respecto a este tema para tener la confianza de ir donde Dios y pedir su ayuda.
¿Es pecado endeudarse según la Biblia?
La Biblia no menciona que endeudarse sea pecado, pero sí lo presenta como algo que no es su deseo o voluntad para nosotros:
“El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta”. (Proverbios 22:7)
La deuda crea esclavitud financiera, si Jesús vino para que seamos libres de la esclavitud del pecado, su deseo es que nosotros no nos convirtamos en esclavos de otros.
Otras verdades bíblicas de la deuda
Evita la deuda
Puede parecer obvio, pero no lo es, muchas personas llegan a endeudarse sin darse cuenta. Dios quiere que vivamos en libertad, Jesús pagó el precio por nuestra libertad espiritual, y también desea que seamos libres en todas las áreas de nuestra vida, incluyendo las finanzas.
“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros…” (Romanos 13:8)
Aunque, este versículo puede interpretarse de diferentes maneras, es muy difícil amar y servir a otros cuando tienes problemas financieros, por eso el autor nos exhorta a no endeudarnos.
Debemos devolver lo que pedimos prestado
“El impío toma prestado y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da.” (Salmo 37:21)
Hay situaciones complicadas, pero la Palabra es clara, debemos pagar lo que debemos. Incluso, si crees que es imposible, recuerda con la ayuda de Dios esa deuda imposible es posible pagarla. Pero, primero debes disponer tu corazón para hacerlo, no cerrarte al “no puedo”, sino “es posible con Dios”.
Dios no provee mediante un préstamo
He visto gente que piensa que la respuesta de Dios a una necesidad es un préstamo, creo que Dios tiene maneras más creativas para proveer. Aunque, cada situación es diferente, sé precavido si vas a tomar prestado o usar dinero de la tarjeta de crédito.
¿Cómo puedo pagar mis deudas?
1. Clama a Dios
“Clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones“. (Salmo 107:13)
Si las deudas te están sobrepasando y crees que es imposible pagarlas, Dios siempre esta allí para ti. Lo primero, es reconocer que tomaste decisiones que no lo honraban, quizás en tu desesperación buscaste la salida de adquirir un préstamo.
A veces, una deuda solo es reflejo de nuestra situación espiritual, no confiamos que Dios es nuestro proveedor, esto puede ser resultado de pensamientos o creencias que están enterradas en nuestro subconsciente que nos limitan y nos mantiene en la pobreza.
Debes reconocer tu situación delante de Él, reconocer tus faltas y tu falta de fe, porque cuando te rindes delante de Dios, es allí donde puede actuar y hacerte libre de las aflicciones.
2. Saber quién es Dios y quién eres tú
El problema de no poder pagar una deuda o varias es el resultado de no saber quién es Dios. Es posible que sientas culpa, sientes que cometiste un error y que no mereces que Dios te ayude.
Aun así, Dios sigue siendo Dios, su identidad como un Dios bueno y proveedor no cambia, aunque sabías que no debías endeudarte y aun así lo hiciste. Dios no cambia y su bondad es para siempre, la culpa no te llevará a ningún lado, solo el arrepentimiento (cambio de mentalidad) es el camino.
Arrepentirse significa que antes pensabas como el mundo, pero ahora piensas como Dios, sus pensamientos son buenos acerca de ti incluso si te equivocas.
“Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo… prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado“. (Deuteronomio 28:12-13)
Además, es necesario saber quién eres, Dios te llamo para ser cabeza, para ser tú quien preste, y para esto es necesario tener más que suficiente. Tu identidad está en Cristo, cuando lo conoces inherentemente te irás conociendo también.
3. Pedir discernimiento
Orar para que tus deudas se paguen mágicamente no es el camino, es necesario el discernimiento o conocimiento. En Mateo 17,27 Jesús le dice a Pedro que vaya a pescar y el primer pescado que encuentre tendrá en su boca una moneda, para que pueda pagar sus impuestos y los de él.
Dios tiene ideas creativas para poder pagar tus deudas, nada está perdido cuando confías y lo buscas. Es necesario que tomes un momento de tu tiempo y empieces a buscarlo en silencio y calma, incluso si el exterior es un caos.
Tener deudas no es el fin del mundo, aunque parece que sí, aunque el teléfono no deja de sonar para que pagues, puedes encontrar consuelo, ayuda e ideas creativas para terminar con esas deudas cuando confías que Dios realmente es tu proveedor.
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