Creencias limitantes sobre el dinero que afectan tu vida

La palabra clave “ganar dinero” se busca por internet miles de veces por mes, y suma mucho más junto con sus variaciones como “ganar dinero por internet”, “ganar dinero desde casa” o “ganar dinero viendo videos”.

No es de extrañar que todo el mundo este enfocado en ganar dinero, porque sin ello estarías en graves problemas, no podrías comprar comida, pagar las cuentas y terminarías con miles de deudas.

El problema reside en qué estarías dispuesto a hacer para ganar dinero, muchas personas están dispuestas a sacrificar cosas valiosas. Pero, no vamos a juzgarnos, sino buscar la verdad y a partir de allí poder trazar una línea hacia delante.

Limitaciones que te impiden ganar dinero

Para muchos el esfuerzo es esencial para lograr el éxito financiero, pero si ves a tu alrededor verás que hay muchas personas que se esfuerzan, pero no logran tener un gran avance. Ya que si bien el esfuerzo es un ingrediente necesario no se limita allí. Todo empieza en nuestros pensamientos:

Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él(Proverbios 23,7)

Muchas personas, movimientos y religiones hablan del poder de nuestros pensamientos, y no es mentira, nuestros pensamientos marcan nuestras acciones y por ende nuestra realidad. Y, esto no lo digo yo sino la Biblia, que pone un énfasis en nuestra manera de pensar.

Pablo nos exhorta a renovar nuestra mente, pero cuál es la diferencia entre lo que hacen algunas personas y lo que Dios quiere que hagamos. Es renovar nuestra forma de pensar, cambiar nuestros pensamientos por sus pensamientos, Él quiere que empecemos a pensar como Él.

Y, sus pensamientos no son escasos, no son limitados o de pobreza, por eso vamos a analizar esos pensamientos que nos limitan a ganar de dinero de forma consistente, fluida e incluso simple:

1. Creencias acerca de Dios

“Dios no quiere que prospere”

Hay mucha gente que cree esto, que Dios no le interesa nuestras finanzas o hablar de dinero es malo. Esto crea una mentalidad de escasez, miedo al avance y estancamiento financiero.

“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros… planes de bienestar y no de calamidad” (Jeremías 29:11)

Un padre terrenal que puede proveer a sus hijos se siente feliz, imagina como se siente Dios cuando rechazamos verlo como nuestro proveedor. Dios ha provisto lo que necesitamos y en sobreabundancia, para que podamos cumplir su propósito en esta tierra.

 “Dios solo bendice a algunos”

Muy en lo profundo yo creía esto, era una creencia que estaba muy enterrada. Solemos pensar que Dios solo bendice financieramente a unos pocos, pero lo cierto es que su bendición está disponible para todos, para todos lo que desean recibirla por fe.

Muchos creen que la bendición financiera es solo para ciertos “ungidos” o emprendedores

 “El Señor abrirá para ti su buen tesoro… y bendecirá toda obra de tus manos” (Deuteronomio 28:12)

Dios no es un buen proveedor

Cuando creemos que Dios no es un buen proveedor, es común sentirnos nerviosos respecto al dinero, luchamos para conseguirlo, retenemos para que no nos falte, gastamos con temor.

Imagina que tienes un almacén lleno de todos los recursos que necesitas y es ILIMITADO. Si Dios es nuestra fuente y proveedor, ese almacén está disponible para nosotros, debemos de analizar qué es lo que nos impide recibir.

“Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Salmos 23

2. Creencias acerca de ti

“No soy capaz”

Muchos cristianos luchan con baja autoestima financiera. Piensan que no son lo suficientemente inteligentes, preparados o valiosos para emprender o ganar más dinero. Esta mentira mina la acción y bloquea el flujo de ingresos.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13)

Ahora ya no se trata de ti o tu capacidad, sino de su gracia, cuando dejamos que su gracia actué en nosotros, lo imposible se vuelve posible. Ya no soy yo, es Cristo en mí.

“No merezco ganar bien”

Algunos se sabotean creyendo que es “pecado” recibir abundancia o disfrutar lo que ganan. Viven en constante culpa cuando prosperan.

Lo cierto es que Dios no tiene problema con que sus hijos prosperen, es su deseo porque al que ama, prospera.

“El Señor se alegra en el bienestar de su siervo” (Salmo 35:27)

“No sirvo para nada”

Una de las grandes mentiras que el diablo ha usado es hacernos creer que nos somos buenos en nada, este pensamiento es muy peligroso porque puede provocar poco deseo de seguir adelante, perder la esperanza o cuestionarse porque uno está vivo.

A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. (Mateo 25,15)

Dios ha dado talentos a cada persona y sí, a algunos les dio más y a otros menos, esto dependiendo de la capacidad de cada uno. Esto no significa que no puedas multiplicarlo.

Así que, sí tienes talento, capacidad y habilidad, quizás no lo has descubierto, quizás lo has ocultado, quizás piensas que con ello nunca ganarías dinero. Pero quien sabe, quizás aquello oculto es tu salto para tu éxito financiero.

3. Creencias acerca del dinero

“El dinero es malo”

Esta idea ha sido muy difundida, incluso en la Iglesia. Pero la Biblia nunca dice que el dinero es malo. Lo que es malo es idolatrarlo o usarlo egoístamente. El dinero es un recurso neutral, que puede usarse para bendecir, construir, sembrar y multiplicar el Reino.

“Honra al Señor con tus bienes” (Proverbios 3:9)

“Si tengo dinero, seré una mala persona”

Esta creencia teme que la prosperidad corrompa el carácter. Y, es verdad que las riquezas prueban el corazón, pero no lo destruyen automáticamente. La bendición bien administrada no te aleja de Dios; te hace más responsable.

“Al que mucho se le da, mucho se le demandará” (Lucas 12:48)

Ganar dinero es difícil

Este es el limitante por excelencia si has crecido con carencias, has visto a tus padres, abuelos o tíos luchar por poner el pan sobre la mesa, así que esa creencia se quedó en tu subconsciente. Así que, terminas actuando como dicta este pensamiento, incluso si te presentan grandes oportunidades, tú mismo te sabotearás.

La verdad bíblica es que la sangre de Jesús redimió la tierra, cuando Adán y Eva pecaron la tierra fue maldecida, es decir que a partir de allí el hombre lucharía para conseguir el pan, con el sudor de su frente.

Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra. (Lucas 22,44)

La sangre de Jesús no solo nos redimió a nosotros, antes de eso redimió la tierra, para que la lucha que antes padecíamos para tener provisión se terminará. En Jesús la tierra ha sido redimida, pero accedemos a ella por su gracia creyendo, es decir teniendo fe.

Tus creencias afectan tu provisión

Dios desea que prosperemos, pero nuestro corazón debe estar alineado con su verdad. No se trata solo de estrategia financiera, sino de sanar tu mentalidad y empezar a creer su verdad (tener fe).

“Amado, deseo que seas prosperado en todas las cosas… así como prospera tu alma” (3 Juan 1:2)

Ganar dinero según la Biblia no empieza por tener un negocio ni una cuenta bancaria llena: empieza por creer correctamente en Dios, conocer su verdad y empezar un cambio de mentalidad en base a su verdad.

Parte práctica:

1. Identifica tus pensamientos automáticos

Tenemos pensamientos enterrados en nuestro subconsciente, esos pensamientos ocultos, así que no olvides pedirle al Espíritu Santo que te revele y te ayude a saber que te limita para prosperar.

2. Reemplazalos con la Palabra de Dios

Busca citas bíblicas que te revelen la verdad de Dios, un ejemplo clásico pero muy bueno es el Salmo 23. Es necesario meditarlo y declararlo, si es posible cada día.

3. Ten comunion con Dios a diario

No ores por dinero, ora por revelación y conocimiento, para que Dios te muestre el camino por el cual debes andar, el camino que Dios ya predestino para ti, incluido tu camino financiero.

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