Mucho se habla del propósito y el deseo de tener uno, pero también existen otros términos que suele confundir a los creyentes como vocación y dones.
Vamos a conocer la diferencia entre estos tres términos y como entenderlos puede ayudarte a vivir de manera más prospera y alineada con la Palabra de Dios.
¿Qué es el propósito según la Biblia?
Tu propósito es el diseño eterno que Dios tiene para tu vida. Es lo que da sentido a todo lo que haces, y no cambia con las diferentes temporadas de la vida.
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. (Efesios 2:10)
Tu propósito ya está definido por Dios, incluso antes que nacieras y en primer lugar es de glorificar a Dios, vivimos por Él y para Él.
Todo lo demás, talentos, dones, trabajo debe estar alineado con este propósito eterno. Cuando piensas que no tienes uno, la vida se siente rutinaria e incluso sin sentido, por eso la única forma de descubrirlo es conociendo a Dios y conociéndote a ti mismo.
¿Qué son los dones?
Los dones son las capacidades especiales que Dios te ha dado para cumplir tu propósito. Pueden ser espirituales (como profecía, enseñanza o misericordia) o naturales o llamados también vocacionales (como liderazgo, creatividad, administración o habilidades técnicas).
“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, usémoslos…” (Romanos 12:6)
Los dones son herramientas, no el fin. Dios te los dio para edificar a otros y hacer avanzar Su Reino, no para usarlos solo para un beneficio personal.
¿Qué es la vocación?
La vocación es tu llamado personal y específico, que conecta tus dones con una causa o ámbito particular de impacto. Puede ser temporal o para toda la vida.
“Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios”. (1 Corintios 7:24)
Algunos ejemplos de vocación:
- Ser maestro de niños
- Emprender un negocio
- Escribir, predicar, diseñar, servir en el área médica o social
La vocación es la forma en cómo estás llamado a cumplir tu propósito.
¿Por qué es importante conocer esta diferencia?
Conocer la diferencia entre propósito, vocación y dones te ayuda a:
- Tomar decisiones con claridad.
- Salir de la comparación y el desánimo.
- Emprender y trabajar con sentido y dirección.
- Manejar tus finanzas de forma alineada con tu llamado.
Cuando entiendes que tu propósito es eterno, tus dones son herramientas, y tu vocación es una asignación específica, puedes enfocarte en lo que realmente importa y dejar de perseguir lo que Dios nunca te llamó a hacer.
En esta línea, es posible empezar a ver a Dios como tu fuente, el proveedor y el que prospera lo que haces.
Cuando emprendes, trabajas o sirves desde tu vocación, estás sembrando en terreno fértil. Es allí donde es posible ver el favor de Dios y fruto abundante.
Recuerda que no fuimos llamados a vivir por vivir, sin sentido o errantes por el mundo, cada uno de nosotros tenemos un propósito eterno que lo podemos conocer cuando conocemos a Jesús.
El mundo está lleno de personas que pasan sus días sin saber hacia dónde van, tú y yo debemos hacer la diferencia, porque en un punto podremos ayudar a otros. Las personas están esperando por ti, responde tu llamado, has nacido para revelar el amor de Dios y glorificarlo, desde tu trinchera, de la única manera en la que tú puedes hacerlo.
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