Hace poco vi un video donde un especialista hablaba acerca de la depresión y sentí que narraba exactamente como me sentía cuando yo lo padecí. El mencionaba que la depresión es estar en el hoyo de la desesperanza, es peor que el cáncer, ya que se está vivo cuando ya no se quiere vivir.
Entiendo a la perfección esa sensación y esos sentimientos, por eso es aquí cuando pienso como una persona con depresión puede tener una actitud de agradecimiento, cuando la vida en sí misma no es algo por lo que se sienta agradecido.
El agradecimiento tiene grandes beneficios para nuestra salud mental, pero parece imposible volverte una persona agradecida por la depresión, sin embargo es posible y ahora lo vas a ver.
Ser una persona genuinamente agradecida
Una de las cosas que más me molestaba, cuando alguien decía: debes estar agradecido porque tienes vida, porque puedes caminar, porque respiras y una larga lista. Aunque, esto es algo bueno y puede ser de mucha ayuda, a veces lo puedes decir por decir, sin sentirlo y sin que sea genuino.
Pero, si has sufrido o sufres de depresión, puede que estos motivos no sean suficientes para agradecer, ya que simplemente la vida no es lo que esperabas que sea y vivir se ha vuelto una lucha.
Así que, cuando agradeces por algo y no lo sientes, no es un genuino agradecimiento, ni a ti te gusta y a Dios tampoco. Un genuino agradecimiento viene del corazón, un corazón alegre por haber recibido cosas buenas.
Sin embargo, muchas de estas cosas pasan desapercibidas o son opacadas por el sufrimiento o el dolor. Algo que debes tener claro es que siempre hay algo bueno porque agradecer, pero con los lentes de la depresión es casi imposible verlo.
Dad gracias por todo
Seguro que has escuchado que debemos estar agradecidos por todo y es verdad, esto es bíblico:
Pero, no podemos olvidar los versículos anteriores, ya que hay recomendaciones previas que prácticamente se centra en el amor, mostrar amor unos con otros. Un genuino agradecimiento viene como resultado del amor, el amor que puedas sentir por y de alguien.
Si piensas que nadie te ama, estas en un profundo error, Dios te ama y lo ha dado todo por ti, dio a su propio Hijo por tu salvación. Siempre tiene detalles para contigo, su deseo es que sientas y reconozcas su amor por ti.
Siempre hay algo porque agradecer
Dios quiere que veamos más allá de nuestro dolor, porque aunque parezca imposible, siempre hay algo porque agradecer.
Recuerdo cuando decidí tener un cuaderno de agradecimiento, pero un día me sentía fatal porque las cosas no estaban sucediendo como quería. Y, casi con lagrimas en los ojos le decía a Dios que no tenía nada porque agradecerle, es decir nada genuino por lo que podía agradecerle.
En ese momento, Dios trajo a mi mente la imagen de mi gata en la mañana, instantáneamente recordé que Dios la trajo a mi vida. Así que, tenerla conmigo fue un motivo porque agradecer.
No tiene que ser nada grande, ni nada extravagante, simplemente un detalle de Dios, algo pequeño que te paso, es por lo que puedes estar agradecido.
Talvez, no sientas agradecimiento por la vida que hoy vives, pero puedes agradecer por aquello que te hace la vida más liviana, un amigo, tus padres, hijos, una mascota, una película que te hizo reír a carcajadas, una canción que te hizo bailar. En los detalles esta la hermosura y la profundidad de la vida.
No agradezcas por obligación, Dios quiere un agradecimiento genuino, pídele a Dios que te muestre algo porque agradecer en este día.
El agradecimiento puede ser la llave
Dios nos da diferentes herramientas para superar un dolor muy grande, para superar la depresión, Dios no quiere que vivamos deprimidos, quiere que vivamos una vida abundante y prospera.
Y, una de esas llaves o herramientas es el agradecimiento. Ya que cada vez que agradeces por algo, le quitas el poder a la depresión de dominar tu vida. Le dices, que por encima del dolor está Dios y lo que ha hecho o esta haciendo en tu vida.
Tu dolor deja de ser tu enfoque, así que aquello que no tiene tu atención va ir menguando, disipándose y desapareciendo.
Cada día podemos agradecer, puedes elegir un cuaderno o una libreta para escribirlo y formarlo parte de tu vida diaria, pero recuerda que no se trata de hacerlo por obligación, sino de algo genuino que sientas en tu corazón. Por eso, si cada día piensas que no tienes nada porque agradecer pregúntale a Dios: ¿Por qué debería agradecer hoy?, estoy segura que Él te lo mostrará.