Todo lo que se rompe puede ser reparado, pero un corazón roto no es un simple objeto que puedes ponerle goma y ya esta, Dios no quiere simplemente tomar las piezas y pegarlas. Él quiere transformar ese corazón para que quede como nuevo, sin un indicio de que un día haya estado en añicos, pero cómo esto puede ser real para ti, aquí lo vas a saber.
¿Cómo llegas a tener un corazón roto?
Primero quiero aclarar que cuando hablo de un corazón roto no me refiero solamente cuando tu pareja te traiciona, lo cierto cualquier persona puede traicionarte, incluso algún familiar, un amigo a quién aprecias, cualquiera que tenga tu confianza puede romperte el corazón.
Y, es allí cuando tu corazón se empieza quebrar, cuando tu confianza es quebrantada, cuando alguien en quién confiabas te da la espalda, cuando alguien de quién esperabas ayuda, simplemente te ignoró o te dejó.
Talvez sucedió desde la niñez, tus padres quienes tenían que cuidarte abusaron de ti, talvez un tío o un abuelo abuso de ti, física, mental o sexualmente. Tu confianza fue quebrantada, dejaste de confiar en todos y te quedaste con un corazón roto.
Talvez sucedió con una pareja, soñabas con formar un hogar, pero esa persona te dejó o te fue infiel, parece que ya no hay esperanza.
Pero hay, HAY ESPERANZA, cuando dejas de poner tu confianza, tu esperanza en las personas, quienes pueden cambiar de opinión a cada momento. Si tu esperanza es redirigida al único que no cambia y que no falla, en Jesús.
Cómo sanar un corazón roto
Tengo que decirte algo, a mi también me rompieron el corazón y no solo una vez, lo hicieron una y otra vez, lo que desencadeno en una depresión grave, cuatros años viví así, los primeros años fueron los peores.
Sin embargo, yo soy testimonio de que Dios puede y quiere sanarte, yo lo intente sola quise ser libre de la depresión por mi propia fuerza, fui al psicólogo, hacia ejercicio, volví a la Iglesia, mantenía la mente ocupada, pero no se trata de las cosas que haces, sino de las cosas que no sabes.
Un corazón roto es un ídolo
Un ídolo es todo aquello que pones por encima de Dios en tu vida, en la biblia se menciona que el pueblo de Israel se olvidaban de Dios y adoraban ídolos hechos de oro y plata que representaban a los dioses de otros pueblos. Hoy en día los ídolos son todo aquello que te hacen olvidar de Dios como el dinero, el poder, un puesto de autoridad, etc.
Sin embargo, un ídolo también puede ser un corazón roto, una herida, algo que te produce mucho dolor. Como el dolor que sientes puede ser demasiado intenso tu enfoque deja de ser Dios.
En este versículo, la palabra heridas en el idioma original que es el hebreo significa ídolo y venda significa gobernar. Esto nos dice algo muy importante, Dios quiere gobernar en tu vida, cuando Él gobierna los ídolos en tu vida caen. Es decir, tu corazón roto es sanado y tu dolor se ira disipando.
Lo primero que debes hacer es reconocer que tus heridas se volvieron ídolos en tu vida, se que no es fácil reconocerlo ya que el dolor nos inunda y verlo es casi imposible. Pero, hoy al leer esto confío que la venda que te tapaba los ojos caerá.
Ríndete
Sin rendición no hay victoria, yo se muy bien que es estar en el pozo de la depresión, es lo más horrible que pude haber experimentado. Por eso, puedo hablar desde la experiencia, por cuatro años intente salir y sí que hice mi mejor esfuerzo, sin embargo, fue una oración una simple oración que le permitió a Dios actuar de manera milagrosa.
Fue la oración más honesta que creo he dicho “ya intente todo, ya no se que más hacer”, fue lo que le dije, palabras simples pero con una gran profundidad. Le decía a Dios, que yo me rendía, que yo ya no iba a hacer nada por salvar mi vida, aceptaba que yo no podía hacer nada y dejaba que Él actuara.
Este versículo puede explicar lo que yo viví, cuando digo que debes rendirte, me refiero a que rindas tu vida a Dios, completamente. Entrega ese dolor y deja que Él te guíe. Dile al Señor: “Me rindo, ya no se que más hacer, sana Tú mi corazón”.
Perdona
El perdón es indispensable, pero yo se que puede resultar muy difícil. Sin embargo, perdonar es una decisión, es tu decisión. El primer paso es aceptar que necesitas perdonar y después debes decidir perdonar y pedir a Dios que te ayude.
Algo que me ayudo a perdonar, fue entender que las personas heridas hieren, pero las personas sanas sanan, y yo quería formar parte del segundo grupo. Esto también me permitió ver que las personas que me hicieron daño estaban muy dañadas, su sufrimiento talvez desde niños no los justifica, pero me permitió verlos desde otra perspectiva, desde un punto de vulnerabilidad y que al igual que yo necesitaban sanar.
Eso me facilito perdonarlas, y yo estoy segura que si lo ves desde otra perspectiva a ti también te ayudará a perdonar más rápido. Porque la falta de perdón solo nos ocasiona a nosotros mismos más dolor.
El perdonar también te incluye a ti, muchas veces la primera persona a quien tienes que perdonar es a ti, y a veces eso cuesta más ya que solemos juzgarnos más severamente.
Dios no quiere que tengas un corazón roto, Él quiere sanarte pero tu debes estar dispuesto a sanar, muchas veces el dolor es un escudo. Por eso, debes bajar ese escudo y aceptar que solo Dios puede ayudarte. Con esto no quiero decir que estoy en contra de ayuda psicológica, creo que es necesaria cuando viene de buenos profesionales.
Mi consejo es que dejes que Dios te guíe a un buen psicólogo si has decidido ir a uno. Dios está dispuesto a ayudarte, quiere sanarte, tu camino puede ser más corto si así lo quieres, cuanto más rápido decidas presentarte vulnerable frente a Dios y decirle que lo necesitas, más rápido tu corazón sanará.