Un error no te define ni debería definir tu vida, todos nos equivocamos e incluso muchas veces cometemos el mismo error una y otra vez. Sin embargo, Dios no te juzga, aunque nuestro entorno y la gente sí lo hará, sin embargo tú no puedes controlar lo que la gente piense de ti, no puedes hacer que la gente haga o no haga algo. La situación es cual posición decides tomar, tú juzgándote o perdonarte para poder avanzar.
¿Dios nos juzga?
La historia de Jonás me encanta, Jonás fue un profeta del Antiguo Testamento y su historia tiene mucha singularidad, ya que si no crees en Dios, sin duda pensarás que se trata de una historia de fantasía. Un hombre llamado por Dios para ir a predicar a un pueblo que hacia lo malo delante de Dios.
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Jonás en vez de obedecer, huyó lo más rápido y lejos que pudo, se compró un pasaje en barco para poder huir, sin embargo una gran tormenta soplo y los hombres que estaban en el barco temieron que morirían y al final Jonás decidió que lo lanzaran al mar, ya que por su causa paso todo ello.
Así, Jonás fue tragado por un gran pez, y estuvo allí por tres días, hasta que el pez lo vomitó en tierra. Jonás cometió errores, sin embargo Dios no lo juzgó, todo lo contrario, le mostro su amor y su misericordia.
Muchas veces podemos pensar que al cometer un error o varios errores te descalifica, eso es falso, Dios no descalifica. Ves estos dos versos, Dios hablo la primera vez a Jonás “Levántate y ve a Nínive”, él no obedeció y huyó, sin embargo después de todo lo que pereció, Dios le volvió a hablar y le dijo exactamente lo mismo: “Levántate y ve a Nínive”.
Si has escuchado a alguien decir que Dios cumplirá su propósito contigo o sin ti, déjame decir que es mentira y lo puedes ver en la historia de Jonás, por más que hayas cometido errores Dios no te descalifica.
Perdonarse a uno mismo
Las personas te juzgaran, eso sin duda, pero tú tienes que elegir escucharlos o escuchar a Dios. Las personas no tienen poder sobre tu vida, solo el poder que tú puedes darle. Tú puedes decidir si escuchar el exterior o escuchas tu voz interior.
Pero, que pasa si tú eres tu mayor verdugo, muchas veces lo más difícil es perdonarnos a uno mismo. Si sientes que has cometido muchos errores en tu vida, es momento de cambiar el rumbo y lo primero que debes hacer es perdonarte.
Debes aceptar las decisiones que tomaste y que el pasado es el pasado, solo tienes el presente y tu futuro, a partir de allí puedes puedes avanzar con mayor firmeza. Una forma para perdonarte más rápido, es aceptar que las decisiones que tomaste en esos momentos fueron desde el conocimiento que tenías.
Era quizás la mejor opción desde tu perspectiva, así que no tienes que culparte, solo hiciste lo que mejor podías hacer, eras más o inmaduro. Todos cometemos errores, pero hoy puede ser el día que decidas que se acabó la temporada de las malas decisiones y de los errores.
Este es el día, es el día que puedes perdonarte y avanzar, decidir que eres una persona que toma buenas decisiones y que ya dejó de cometer errores.
Tal vez, pienses que suena demasiado fácil para ser verdad, sin embargo recuerda que tus acciones solo responden a tus pensamientos. Es decir, si comienzas a cambiar tus pensamientos y los alineas a la verdad de Dios, tus acciones y por ende tu vida cambiará.
Empieza a hablarte a ti mismo: “Soy una persona que toma buenas decisiones”.